Tal como hace miles de años los brujos adivinaban el futuro a partir del canto y vuelo de los pájaros, este nuevo poemario de Juan Manuel Silva se entrega con una pasión rapaz al misterio de la naturaleza. Un cachudito, un gorrión, un zorzal chileno, un pitogué; casi sin quererlo, el panteísmo se cuela en estos versos desbordantes de aves que, en una de esas, no son más que un espejo de los hombres. El asunto no es nada raro, en todo caso: los dos grandes temas de la poesía de Silva son la naturaleza y la familia. 48 páginas